Importancia de la Biodiversidad

La biodiversidad es fundamental para el equilibrio del planeta Tierra, en el cual nos integramos los seres humanos. El papel de la biodiversidad es clave en el buen funcionamiento de los ecosistemas, lo que repercute directamente en el bienestar humano. Su equilibrio nos aporta importantes bienes y servicios, necesarios para nuestra supervivencia como especie y para la forma de vida humana actual. Por tanto, podemos decir que la conservación de la biodiversidad no es un lujo, o una simple cuestión de sentimientos, sino más bien una necesidad y una garantía para nuestra supervivencia.

A todos esos bienes y servicios que genera la biodiversidad les llamamos servicios ecosistémicos. Existen 4 tipos, clasificados en función del aprovechamiento que hacen las comunidades humanas de ellos: servicios de provisión, culturales, de soporte y de regulación.



Los servicios de provisión hacen referencia a los bienes que nos aporta la naturaleza de forma directa y que cubre las necesidades básicas, algunos ejemplos son los alimentos (cultivos, ganadería, pesca, acuicultura y alimentos silvestres), los recursos forestales (maderas y leña), fibras para confeccionar ropa (algodón, cáñamo, seda), recursos genéticos. El agua dulce, los principios activos que obtenemos generalmente de las plantas o los medicamentos naturales, los materiales para la construcción de las viviendas y los bienes etnológicos en su conjunto también forman parte de estos servicios. Tienen un valor monetario generalmente.


Los servicios culturales o bienes inmateriales son los puramente paisajísticos o naturalísticos, la belleza estética de los paisajes, que muchas veces nos aportan el gozo espiritual, el desarrollo del conocimiento y la inspiración. También la belleza estética atrae al turismo. Otros servicios culturales como los puramente didácticos o didáctico-científicos, también los podemos incluir en este apartado. No aportan beneficios materiales directos con algunas excepciones asociadas a actividades productivas humanas (por ejemplo el turismo verde o de naturaleza), pero contribuyen a ampliar las necesidades y deseos de la sociedad, y por tanto, la buena disposición de las personas a pagar por su conservación. Estos servicios también tienen asociado un valor ético o responsabilidad ética, es decir, hemos de conservar la biodiversidad para las generaciones venideras que tienen el mismo derecho que nosotros a disfrutar de los

beneficios que nos aporta.


Los servicios de soporte son aquellos procesos ecológicos, que ocurren dentro de los ecosistemas y que nos benefician de forma indirecta, sin ellos la naturaleza no nos proveería de todos los demás bienes y servicios. Incluyen el abanico de funciones realizadas por los ecosistemas. El ciclo de los nutrientes y la formación del suelo, los procesos de crecimiento de las plantas..., todos ellos, sin beneficio directo para las personas, pero esenciales en el funcionamiento de los ecosistemas y responsables indirectamente del resto de los servicios.


Los servicios de regulación son la expresión del equilibrio en los procesos ecológicos de los ecosistemas y el funcionamiento de los mismos, sin ellos como el control de las inundaciones, el control de enfermedades, la depuración del agua y el control del clima, no serían posibles. La regulación del clima mediante el almacenamiento de carbono y el control de la precipitación local, la eliminación de los contaminantes filtrando el aire y el agua o la protección frente a desastres tales como los corrimientos de tierra y las tormentas costeras serían algunos de estos tipos de servicios. Aunque son de gran valor, generalmente no proporcionan un valor monetario en los mercados convencionales.


La biodiversidad tiene además un valor potencial que no conocemos, ya que todavía no hemos podido investigar y descubrir todos los beneficios que nos aporta la biodiversidad ni lo que nos puede aportar para enfrentarnos a los nuevos retos de cambio a los que nos estamos enfrentado, por lo que es importante conservar la máxima biodiversidad para no poner en riesgo nuestra supervivencia actual y futura.



Este enfoque basado en los servicios ecosistémicos como principal razón para conservar la biodiversidad no está exento de críticas, ya que aporta una visión antropocéntrica de la misma. La comunidad científica, debe reforzar y comunicar el valor intrínseco que objetivamente tienen todos los seres vivos, independientemente de la utilidad que tengan para nosotros. Cada ser vivo es el resultado de un proceso evolutivo de miles de años de superación de pruebas frente al medio y al resto de organismos que lo hacen único, irrepetible y merecedor de ser conservado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario