El consumo alimenticio se vincula estrechamente con el cambio climático, y medidas como reducir el consumo de carne roja y procesada, y optar por productos locales pueden ayudar a mitigar su impacto negativo en el medio ambiente. Aunque históricamente no se han observado diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto al interés por productos de proximidad y etiquetas ecológicas, estudios recientes muestran una evolución en las actitudes. Las mujeres muestran una mayor predisposición a valorar la sostenibilidad de los productos que compran y están más dispuestas a pagar un precio adicional por productos sostenibles en comparación con los hombres.
En relación con la reducción del consumo de carne, investigaciones recientes indican que las mujeres tienen una mayor propensión a disminuir su ingesta de carne en comparación con los hombres, con un 72% de las mujeres encuestadas que han reducido su consumo, una cifra que supera en 12 puntos porcentuales a la de los hombres, según un estudio del Real Instituto Elcano de 2019 sobre la actitud de los españoles hacia el cambio climático.
Fuente: "Género y cambio climático. Un diagnóstico de situación" NIPO: 049-20-031-3
Estudio realizado por RED2RED, junio 2020
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